Este delicado tejido oriental ha sido cosido a mano con esmero, incorporando la figura de las aves del paraíso, símbolo ancestral de belleza, prosperidad y libertad. Cada puntada refleja la paciencia y la maestría de las artesanas que mantienen viva la tradición textil de Oriente, heredada a lo largo de los siglos en la Ruta de la Seda. Más que un objeto decorativo, es una obra que transmite movimiento, color y espiritualidad, capaz de transformar cualquier espacio en un escenario lleno de vida y significado.